Aprendiendo a trabajar en equipo: Vulnerabilidad

Mi primer entendimiento sobre trabajo en equipo

Recuerdo que la primera vez que empecé a escuchar o conocer sobre el trabajo en equipo fue cuando era niña, en un salón de clases del colegio:
– Profesora: Niños, voy a dejar un trabajo grupal. Voy a llamar lista y se van agrupando como les diga.
– Niños: ¡Nooooooo!
– Profesora: ¡Sí! Grupo 1: Johana Chuquino, Juan Perez, Lita…
Para “ordenar” el trabajo, la profesora pedía que escogiéramos un “líder de equipo” y en ese preciso instante bajo lo que estaba sucediendo es donde empecé a tener mi primera idea de lo que significaría el trabajo en equipo. 
En la mayoría de los casos, el niño/a líder, levantaba su mano y se ofrecía entusiasta ante la mirada del resto que, diciendo verdades, le daba igual. A la mayoría no le gustaba salir al frente a exponer o hacer “ciertas” cosas que, hacia el líder, así que por ellos estaba bien. En otros casos, habían 2 o más que querían liderar, entonces se sometía a votación, quien tenía más amigos; ganaba. Entonces, existía un ganador y uno o varios perdedores.
Cuento este relato, porque fue como “aprendimos” un grupo de 39 alumnos y yo de un salón de clase, en un colegio del Rimac, allá en los 90’s.
Nadie nos decía como trabajar en equipo, supongo que eso debíamos de aprenderlo solos. Total, solo se trataba de juntarse para repartirse el trabajo, armar la presentación (diapositivas o papelógrafos) y una hora antes de la exposición para repasar lo que diríamos.

“Juntarse es el comienzo. Mantenerse juntos es un progreso. Trabajar juntos es el éxito.” Henry Ford.

Trabajo en Equipo - JohanaChuquino.com

Los roles tradicionales y comunes del trabajo en equipo

Conocemos dos roles en el trabajo en equipo tradicional y por otro lado, está el trabajo como producto. Aquí algunos ejemplos de como lo vemos y lo que hacemos: 
  1. Líder: El que está detrás del equipo, reniega y hasta grita cuando alguien no cumple su parte, se preocupa por la presentación y por el trabajo, llama al resto para saber cómo van avanzando, si hay problemas va a hablar con el profesor, se carga el equipo al hombro, manda.
  2. Equipo: Aquí varía mucho. Están los que inician muy bien y con el tiempo ya no les importa nada y abandonan el curso, los que siempre se “olvidan” el trabajo, los que no van a las reuniones, pero entregan su parte completa (ellos prefieren trabajar solos, si hubiera grupo de 1 seria excelente), los perfeccionistas (todo a tiempo y en la forma correcta, todo debe ser perfecto), los entusiastas que prestan su casa y compran los materiales, los que se hablan con todos y pueden conseguir lo que sea.
  3. Trabajo: Por lo general, se divide en áreas, secciones o partes iguales que cada uno elige e incluso a veces es al azar, si no estuviste en la reunión donde repartieron el trabajo, te toca lo que queda.
Con el paso del tiempo me di cuenta de que esa forma de trabajar en equipo estaba presente en la universidad y hasta en el trabajo. Obteníamos un proyecto nuevo, se designaba al equipo (según el parecer de la gerencia o jefatura y disponibilidad) y lo segmentábamos en partes independientes para que cada uno vea cómo hacerlo (análisis, diseño, desarrollo, pruebas), luego se juntaba (integración del sistema) y el líder/jefe estaba detrás viendo que todo se cumpla y sino “ardía Troya”. Esta era la forma tradicional de trabajar (desarrollo de software secuencial).
En la mayoría de los casos, las cosas no salían como esperábamos o como la habíamos planificado. Siempre ocurría un imprevisto que dado el momento no sabíamos como manejar y terminaba por afectar el proyecto. Y es que muchas veces los equipos no son productivos no porque no quieran, sino porque no saben trabajar en equipo y nadie se encargó de decírselos.
Hace algunas semanas, la hermana de un amigo me contactó para que le “ayude” con su trabajo de la universidad. Yo encantada. Así que me reuní con el equipo en casa de uno de ellos. Mientras me contaban el tema, que habían avanzado y que faltaba y porque creían que no sabían por dónde ir, vi que el problema no era realmente el trabajo que presentar, sino el cómo estaban trabajando. No eran un equipo.
Me atreví a preguntarles si alguna vez les habían enseñado a trabajar como equipo. Sí alguien les hablo sobre vulnerabilidad. La respuesta ya la saben. Les habían hablado sobre compromiso, sobre responsabilidad y muchos temas más de forma teórica, pero, nadie se encargaba de asegurarse de que ellos realmente trabajen como una entidad, como un equipo.

Ser vulnerable

La vulnerabilidad puede sonar a debilidad o por lo menos es así como lo ven muchos. La vulnerabilidad te permite conectar con los otros siendo tu tal como eres, en esencia, sin etiquetas y con plena seguridad de que serás aceptado. ¿Difícil? Claro que sí. Es mostrarte en tu forma natural, es “desnudarte” ante el resto sin temor a ser juzgado.
Recuerdo que la primera vez que le preste atención a la palabra vulnerabilidad fue algunos años atrás. En ese preciso instante, me di cuenta de que yo era vulnerable solo en un ámbito de mi vida: mi familia. Empecé a entender, porque realmente sentía que tenía una familia realmente unida. Yo sabía -y aún lo sé- que ante cualquier situación que yo considere puedo recurrir a ellos y sentirme apoyada, sentirme amada. Y yo siempre estaré allí para ellos sin dudarlo. Yo puedo llorar delante de ellos, contar un chiste «monse», correr a abrazarlos, hacer cosas cursis, hacerles bromas y lo que sea que desee sin miedo alguno. Y ellos igual. Mi familia y yo nos habíamos permitido ser vulnerables.
Me permito compartir esta parte de mi vida, para dar un ejemplo que como yo comprendí lo que genera la vulnerabilidad, ese grado de conexión increíble que es la base de la confianza, el compromiso, la responsabilidad y el amor.
Ahora bien, es momento de llevar esto más allá, de llevarlo a otros ámbitos, de llevarlo a otro nivel.

Gestión de Proyectos Ágiles

Si hay algo que me gusta de la gestión de proyectos ágiles es que se pone el foco en un verdadero trabajo en equipo.
Buscamos construir un equipo auto gestionable, auto disciplinado, comprometido y responsable. Aquí es donde la vulnerabilidad juega un papel especial. Entendamos que así te concentras solo en cumplir con tu parte, esta no genera ningún valor si no hiciste nada para que el equipo logre completar el trabajo conjunto. Esto va de cumplir contigo como con el equipo. Y un equipo genera resultados cuando realmente trabaja unido. 
Nuestro trabajo está en formar líderes responsables de su trabajo como de su equipo. En formar personas vulnerables en los diferentes aspectos de su vida y nada mejora que con el ejemplo. Empecemos por mostrarnos como somos, por darlo todo y dejar que el equipo haga su trabajo. Un líder es vulnerable.
Les dejo un extracto del discurso de Al Pacino en la película «Un domingo cualquiera». Se las recomiendo.
…Yo no puedo convencerlos de que lo hagan
miren a quien tienen a su lado, ¡MIRENLO A LOS OJOS!
Creo que verán ver a un hombre que está dispuesto a ganar con ustedes,
vas a ver a un hombre que se sacrificara por este equipo.
Porque sabe que cuando llegue la ocasión
ustedes HARAN LO MISMO POR ÉL…
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Agile Fundamentals - JohanaChuquino.com
Saludos.
Johana Chuquino
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